jueves, 5 de julio de 2007

Cutrerio

Me ha dicho un pajarito que una de las editoriales en más auge y expansión de estas tierras catalanas está cayendo muy bajo. Lo que empezó como una fábrica de ideas ya es una fábrica de libros.

Al parecer la traducción de una de las primeras novelas de un nuevo sello de narrativa digno de fumetas la harán tres traductores que se repartiran cachos de la novela en cuestión.

Ya sé que no será la primera ni la última vez que se haya hecho esto pero...¡buena manera de empezar un sello literario!

1 comentario:

Juanma dijo...

Así abaratan costes. Ya les vale.

Esto lo hacía La Factoría de Ideas de manera sistemática, y la verdad es que la calidad deja que desear.

Otra editorial a la que no enviar el currículum.