Escribir para matar el rato... o a tu vecino
De todos modos, tanto si ha sido como si no, los polacos están de los nervios. Después de arremeter contra Tinky Winky, ahora la toman con los autores de novela policíaca. Si Truman Capote hubiera sido polaco, seguro que lo empuran por haber escrito A sangre fría: total, como describe tan a la perfección los crímenes y móviles de los criminales...
Autor de un 'crimen perfecto'
El escritor polaco Krystian Bala es juzgado en su país tras leer la Policía el relato en uno de sus libros de un asesinato sin resolver
ELPAIS.com 09/08/2007
Narrador o autor de una historia sangrienta que sacudió Polonia en el año 2000. Un tribunal polaco, según informa el diario británico The Times, sienta estos días ante la Justicia al escritor Krystian Bala. Su delito: narrar hasta el detalle el asesinato de Dariusz J., dueño de una pequeña agencia de publicidad. Eso y algunas coincidencias más. Su defensa: Bala argumenta que toda la información de aquel suceso la sacó de las páginas de los periódicos. Sin embargo y según la investigación, la novela del escritor polaco dibuja un escenario que sólo la policía o el propio asesino podían conocer.
El relato -real- se inició en diciembre de 2000. La policía polaca halló en la ciudad de Wroclaw (cerca de la frontera con Alemania) y sumergido en el río Oder el cuerpo de Darius J. con signos de tortura y las manos atadas alrededor del cuello. Tres años después y tras una investigación que había dado pocos frutos, Krystian Bala publica su libro en el que narra con pelos y señales el asesinato del empresario. En 2005, una llamada anónima pone a la policía sobre la pista del libro. Es entonces cuando las coincidencias se escapan de la pluma de Bala. La policía descubre que su ex mujer conocía a la víctima del terrible asesinato.
Detenido y puesto en libertad
Una vez detenido y a pesar de las coincidencias, Bala fue puesto en libertad bajo un posible escándalo de malos tratos policiales. El escritor polaco defendió en todo momento que su narración se había alimentado de los medios aliñada con algo de imaginación para relatar los hechos más espeluznantes. Sin embargo, la investigación sacó a la luz poco después que Bala había vendido un móvil igual al de la víctima cuatro días después del asesinato y que estuvo por Indonesia y Corea del Sur justo cuando las autoridades recibieron correos anónimos desde esos países calificando el suceso como "crimen perfecto".
Si el relato es o no, según defienden los abogados de Bala, como "el argumento de una novela" pero nada más, lo dirá el tribunal. El escritor polaco ya ha puesto su granito de arena a la trama participando en un 'test de la verdad' digno de una novela negra. Bala salió indemne.
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