Mariolina Venezia, premio Llibreter 2007
Con una novela que sigue la estela de las grandes sagas de la literatura contemporánea y que retrata el tránsito de la cultura rural a la modernidad en el sur de Italia, la escritora Mariolina Venezia (Matera, 1961) se alzó ayer con el VIII Premi Llibreter. La obra lleva por título Hace mil años que estoy aquí (Gadir, La Campana en catalán) y se ha traducido ya a 22 idiomas. El Gremio de Libreros de Barcelona y Cataluña premió también Cyrano (Baula/Edelvives), de Taï-Marc Le Thanh y Rébecca Dautremer, como álbum mejor ilustrado del año.
Venezia es guionista y autora del libro de relatos Altri miracoli. Ahora, en su primera novela, narra la historia de una familia de campesinos, los Falcone, desde que Roma se convierte en la capital de una Italia unificada en 1861, hasta 1989, fecha de la caída del muro de Berlín. La escritora habla de la obra como "un pequeño museo en el que las cosas están vivas" y con el que pretende recuperar la tradición perdida tras la industrialización de Italia.
"A partir de aquel momento, muchas de las costumbres que se habían mantenido inalterables durante décadas, que se habían transmitido de padres a hijos, comenzaron a desaparecer". Fue un cambio que no se produjo de manera gradual en la región de la Basilicata, sino de forma inmediata en la década de 1960, recordó ayer Venezia. A pesar de componer un recorrido por la historia de 130 años, asegura que el relato le sirve, en realidad, para retratar el paisaje interior de sus personajes.
La crítica ha emparentado la novela con Cien años de soledad y el realismo mágico, aunque Venezia matiza que todo lo que narra tiene una explicación racional a pesar de las supersticiones de sus personajes.
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